Cupcakes de café con baileys

Además me encanta el sabor del Baileys y tenía una botella por casa reclamando su uso ;) 

Para que todos pudiéramos probarlos, hice cupcakes y minicupcakes, monísimos y muy prácticos. 

En casa no son muy amantes de los dulces, pero éstos en concreto volaron, me sorprendió su acogida pero pensándolo mejor, será justamente ese toque de licor y café lo que hizo que triunfaran entre mis padres.

La receta que usé fue una variación de los cupcakes de café de Primrose Bakery, con un toque de licor, y un frosting de dulce de leche y baileys y unos conguitos para acabar de decorarlos. 
A mí me han encantado, me apunto la receta para no perderla.

CUPCAKES DE CAFÉ Y BAILEYS

INGREDIENTES: 

110 gr de mantequilla a temperatura ambiente
225 gr de azúcar
2 huevos, a temperatua ambiente
245 gr de harina
1 y 1/2 cucharadita de levadura Royal
1 cucharada de extrato de vainilla
1 cucharada de café instantáneo
3 cucharadas de Baileys 
125 ml de leche, a temperatura ambiente


PREPARACIÓN

Precalentamos el horno a 180º, y vamos preparando el molde de los cupcakes con las cápsulas.

Batimos la mantequilla con el azúcar durante unos minutos hasta que la mezcla aclare y sea cremosa. 

Añadimos los huevos uno a uno, hasat que no se haya incorporado el primero no añadiremos el segundo.

A parte, mezclarmos la leche con la vainilla, el café y el baileys.

Iremos añadiendo la harina junto con la levadura a la mezcla de mantequilla intercalándola con la leche. 

Batimos e integramos todos los ingredientes. 

Llenamos las cápsulas de cupcakes y hornearemos unos 30 minutos, hasta que al clavar un palillo salga limpio. 

Sacar del horno y dejar enfriar en una rejilla.

Para el frosting hice una mezcla de nata montada con dulce de leche y baileys, a ojo... hasta que me gustó el resultado.

Aproveché  un pedido para volver a hacer unas cupcakes manzana y canela, a ver si no vuelvo a perder la receta, quedaron muy ricos, tiernos y esponjosos, un poco de nata y canela espolvoreada y ¡ñam!


Probad esta receta, no decepciona, y aunque al hornearlos me entró el pánico con el intenso aroma del café, el resultado es suave.